Yo leí reciente el libro de Michael Pollan  “En Defensa de la Comida” en el que él recomienda a todos tomar una copa de vino con la cena. El vino juega un papel importantísimo en las dietas francesa y mediterránea, y la gente que vive en estos países es sustancialmente más saludable.

En sus palabras, “El vino puede no ser el factor X en las dietas francesa o mediterránea, pero parece ser una parte integral de esos patrones dietéticos. El alcohol de cualquier clase parece reducir el riesgo de enfermedad cardiaca, pero los polifenoles en el vino rojo (resveratrol en particular) parecen tener cualidades protectoras únicas”. Las dietas francesa y mediterránea incluyen muchas plantas ricas en vitaminas B, que el alcohol agota.

He escuchado con frecuencia que el vino rojo contiene antioxidantes  que contribuyen a una salud mejor, pero yo quería hacer mi propia investigación. De acuerdo a la Clínica Mayo, el vino rojo contiene varios tipos de antioxidante que pueden ayudar a prevenir la enfermedad cardiaca. Estos antioxidantes se clasifican como polifenoles, y se conocen como resveratrol, kercetin y componentes llamados  katechins.

Resveratrol es el más poderoso de estos antioxidantes, y la investigación muestra que puede relacionarse con la coagulación de la sangre y una reducción en la inflamación. Ayuda a proteger su corazón y reduce el “mal” colesterol. Al resveratrol también se le conocen propiedades anti-vejez que defienden las células del daño de los radicales libres.

La mayoría de los e que se encuentran en el vino provienen de la cascara de las uvas. El vino blanco contiene antioxidantes, y reduce los niveles del colesterol malo. Pero el vino rojo contiene más antioxidantes porque las cáscaras de las uvas se dejan en contacto con el jugo. Entre más oscuro el vino rojo, más concentrado es el nivel antioxidante. Las variedades que son particularmente altas en estos antioxidants son  Cabernet Sauvignon, Merlot, y Pinot Noir.